¿Democracia?
Desde hace más de medio año, la verdad no lo recuerdo bien, (ni quisiera recordarlo es bueno) venimos siendo bombardeados por una cantidad inimaginable de propaganda proselitista, vallas, posters, afiches, calendarios, toallas, cancioncitas, anuncios en televisión y radio por mencionar algunos ejemplos y por si fuera poco soportar la sobrecarga visual de pasar por la avenida Reforma, o soportar canciones que se quedan en el subconsciente como que fueran concebidas maléficamente para su cometido, hemos vivido una jornada de lo peor, asesinatos, robos, secuestros, actos de corrupción, suciedad en las altas esferas del poder político nacional, sumado en un coctel altamente decepcionante una jornada electoral de lo mas turbia, marcada por todo lo anterior y mucho mas. Pero aun encima de todo esto, (difícil de creer que aun halla mas), después de la primera vuelta electoral, de la cual fui participe como buen ciudadano responsable ejerciendo mi sufragio, me doy cuenta que todo fue una farsa, una enorme, bien planeada, bien ejecutada y estructurada farsa, de la cual, sé que es difícil aseverar algo de lo que no tengo pruebas ni testimonios contundentes, pero a simple vista como ciudadano que soy, cumpliendo con la ley y ejerciendo mi muy merecido derecho a la libertad de expresión, manifiesto mi opinión del tema.
¡Cómo es posible! solo en un país como el nuestro se da la situación de que los resultados fluyan con tan exagerada lentitud, siendo un proceso estando a pleno siglo XI por mas digital, achacando a causas "Climatológicas" el atraso de resultados fiables de las mesas electorales, generando una escusa que ni el más "confianzudo" en las instituciones electorales del país creería, después de los múltiples fraudes demostrados a lo largo de los 22 departamentos del país, luego de la prohibición de la incursión de la prensa en muchos de los centros de votación, luego del hallazgo de cientos o miles de papeletas previamente marcadas a favor de “x” candidato, luego de un padrón de lo más corrupto, no depurado, sucio donde hasta mi bisabuela muerta a mediados del siglo pasado tenía derecho a voto (y seguramente ejerció su sufragio como buena ciudadana acaecida en su tierra) , luego de todo esto y mucho más, me pregunto ¿cómo es posible?; que el ciudadano común, pueda estar seguro de que su voto será contabilizado correctamente, será dado a la persona que de acuerdo a su criterio es la opción correcta a nuestro país, será tomado en cuenta dentro del margen de votaciones general y global de la república, ¿cómo creer en el TSE?; en sus propuestas, en sus consignas que nos son bombardeadas a forma de “cancioncitas” y playeritas que lejos de ayudar a un proceso limpio, desvían fondos a cosas superfluas e inútiles, en el lugar de dar mayor apoyo financiero al proceso general electoral, ¿cómo creer?; que todo es “limpio” que todo es “correcto”… Luego de esto, queda mucha tela que cortar y muchos paradigmas que resolver.
A expensas de lo que a mi criterio fue uno de los peores procesos electorales en los años de vida democrática del país, lo que nos dejo la primera vuelta electoral son dos opciones, la anaranjadita y la rojita, dos opciones que a mi muy personal punto de vista y haciendo énfasis en lo “muy personal” , no son las opciones que el país necesita, no son el modelo de “agrupación política” que quisiera haber visto en pro del desarrollo de mi nación, a resumidas cuentas, creo que ninguna de las dos opciones a grandes rasgos es buena para mi país. Y sé que como yo, hay muchos guatemaltecos defraudados del proceso electoral y de los resultados que este arrojo, aun así los invito, no siendo lo que quizá querían o “queríamos” a que hagan un examen a conciencia, indaguen, investiguen y elijan entre una de las dos opciones, pero por favor, no hagan oídos sordos a la muy herida, frágil y moribunda democracia del país, ya que esta se forja en los hijos de esta gran nación, así es, en nuestras manos esta… aunque duela hacerlo.
Jorge Eduardo Ortiz Arango.
