lunes, 10 de octubre de 2011

La primavera no es sólo una estación

El viernes pasado tres mujeres ganaron el premio Nobel de la paz: Hablamos de la primera presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, su compatriota y también guerrera de la paz Leymah Gbowee quienes aportaron a la reconstrucción de un país asolado por 14 años de conflictos civiles a causa de la dictadura de Charles Taylor a quien primero Sirleaf apoyó porque se mostró como revolucionario, pero de quien luego tuvo que convertirse en una feroz opositora a causa de las violaciones que llevaron al liberiano ante el tribunal de La Haya, condenado por crímenes de lesa humanidad por los hechos conocidos como “diamantes de sangre”, debido a que estas piedras preciosas eran extraídas por esclavos y niños en Sierra Leona  para pagar a los mercenarios del régimen, conflicto que generó más de 100.000 personas dañadas y por lo menos unos 50.0000 muertos.

La otra novel, Tawakkul Karman es una luchadora de Yemen y una figura reconocida y emblemática de la “Primavera Árabe”, quien actualmente enfrenta al régimen de Abdullah Salh con 30 años de ejercicio del poder y que después del llamado “Viernes de la Ira” enfrenta las protestas de su pueblo de las que ha emergido el liderazgo de la yemení, quien recibió la noticia de haber ganado el novel en su tienda de campaña en la plaza Al Taguir traducido como “cambio”, desde donde protagoniza una acción de resistencia.

Hay depositadas muchas esperanzas en las acciones que puedan ejercer nuevos actores de la política entre los que se cuentan las mujeres y los jóvenes. Actores que no han tenido una participación sostenida en gobiernos y organizaciones políticas y que despiertan en el presente una gran expectativa como agentes de recambio de estructuras de poder que no sólo dan muestras de estar herrumbradas sino también agotadas.
El mundo se sacude hoy de regímenes dictatoriales entronizados por 30 y 40 años en el poder, y se alerta ante el abuso de grupos que se encaraman en los gobiernos bajo una máscara de propuestas populistas y de reivindicaciones largamente acariciadas por los pueblos, que luego olvidan y echan al tiesto de la basura para seguir haciendo del poder un lugar común de usufructo, de abusos y de prebendas.

La historia se repite a lo largo y ancho del planeta y lo que resulta más extraño es que gran parte de las propuestas que surgen parecen haberse dedicado a emular estos regímenes tiránicos. En Sudamérica tenemos claros ejemplos de esta situación puesto que no es casual que los gobiernos aprendices de dictaduras que han procreado de manera muy activa en el presente, trabaron una seria y peligrosa amistad con Libia, Siria e Irán, entre otros regímenes de este calibre e incluso los convirtieron en gobiernos afines y mentores de las supuestas “reivindicaciones” en las que se abanderaron. Esto nos deja en claro que la intención no era reivindicar marginamientos ni exclusiones sino llegar al poder con métodos pseudo democráticos, montándolos para emular la fórmula de las dictaduras que se perpetúan a costa del dolor del pueblo y sólo con fines de usufructo y abuso del poder.
 
Entre estos tenemos al dictador Libio Muamar Gadafi, quien prometiera una revolución social y económica que debía liberar no sólo a su país sino a todos los pueblos oprimidos del mundo, y que acabó pronto convirtiéndose en un régimen piramidal sólo usufructuado por él y su clan de acólitos.  Ahmadinejad en Irán, quien dirige hoy un polémico programa nuclear y se dice habría participado en secuestros antes de su régimen así como del asesinato en Viena del opositor Kurdo Abdul Rahmann en 1989, amén de haber ganado su segundo mandato por un flagrante fraude electoral, quienes han sido tomados como amigos de los regímenes sudamericanos que subiéndose a una ola de engañosas reivindicaciones han accedido a las riendas del poder para desde allí adoptar mano dura y acciones de dominación frente a sus pueblos.
Frente al peligro flagrante para sus sociedades, las mujeres han tomado la vanguardia, han aportado con acciones encendidas de innovación, con la visión de que a las dictaduras no se las puede vencer midiendo ni calculando consecuencias, con la sensibilidad del género y la maternidad pero sobre todo con una actitud caracterizada por la valentía y el arrojo de quienes tienen el deseo de romper viejos y deteriorados esquemas. Ellas han hecho de la calle su espacio de lucha, han abierto sus corazones a pesar de las trampas que con seguridad tienen que enfrentar en el camino, mucho más cuando desde esferas del poder muchas veces se las subestima creyendo que por su falta de experiencia pueden ser pasto fácil del engaño o fácilmente empujadas a la adversidad. Pero hemos visto que las mujeres están librando una dura batalla, haciendo uso de la rebeldía que se manifiesta en los que han estado por siglos en los bordes de todos los poderes patriarcalizados. Claro que los nuevos actores entre los que se cuentan las mujeres no podrán llegar a cambios plausibles y estructurales a menos que pongan especial énfasis y dedicación en despejar del todo el camino, defendiendo a ultranza que cambien las prácticas del ejercicio del poder. No basta con ponerle otro rostro al poder, hay que cambiarlo y hacer que gire 360 grados, que no siga siendo el rostro del amo que cambia de ropaje para engatusar adeptos, engañar y reclutar esclavos. Es hora que este mundo se humanice, y para ello es esencial que los gobernantes muestren piedad, compasión, menos egoísmo y presten más oídos a las carencias y el dolor de los pueblos desde siglos engañados y oprimidos para que los poderes gocen, se beneficien y los expriman.

Ojalá las mujeres logremos que nuestras sociedades experimenten una primavera y aportemos así al inicio de verdaderas prácticas de cambio.

Para OpinionandoGuate


Centa Rek L.
Senadora por Santa Cruz- Bolivia.

1 comentario:

  1. Muchas Gracias por su aporte Senadora, me parecieron unas muy profundas y verdaderas palabras que relatan la realidad y el querer de muchos de nosotros. Es por ello, que en base a su publicación, subí a este hermoso blog un llamado a reunirse este 15 de Octubre. El mundo se reunirá en las principales plazas de cada comuna, estado o pueblo, en torno a una manifestación pacífica en pro de una humanidad mejor, de bien, de hermandad, respeto y de otros tantos valores que se han perdido a lo largo de estas últimas décadas. En realidad reclamaremos el regreso de los valores que no se tranzan en ninguna parte,sólo en la política. Es por ello que Ud., tiene un rol fundamental al acercarse a los jóvenes y a luchar por la dignidad del ser humano, a través de este blog y principalmente, a través de su labor como Senadora por Santa Cruz de Bolivia.

    Amigos latinoamericanos, los dejo invitados desde ya a seguir unidos en esta cruzada tan bella, cuya lucha se defiende a través de la hermosura de las palabras de cada uno.

    Un abrazo grande para todos.

    Camilo Torres.
    Chile.

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